domingo, 11 de mayo de 2008

Derechos Humanos en Colombia

En esta época de crisis, en la que existe un referente moral, y una incoherencia entre normalidad y normatividad, se hace necesario una reestructuración del pensamiento, enmarcado dentro de unos principios de carácter jurídico y moral, que nos permitan rescatar los valores humanos sobre los cuales se estructura una sociedad. Este tema debe ser equitativo, sobre la responsabilidad religiosa, jurídica y política.
La situación de los derechos humanos en Colombia es, sin duda, la peor de América Latina. Las ejecuciones extra-judiciales, la tortura, las desapariciones, las violaciones contra niños e indígenas han alcanzado en los últimos años proporsiones epidémicas.
Colombia tiene uno de los peores historiales de protección de los derechos humanos en el hemisferio occidental y tiene el número más alto de homicidios de sindicalistas en el mundo.
El gobierno proclama su preocupación por los derechos humanos, pero no actúa, como si no reconociera la gravedad del problema ni el daño que ya se ha hecho a nivel social; apuntando a cifras que muestran un descenso en los niveles de violencia en los últimos años. Sin embargo, se ha producido un aumento en los ataques y amenazas a los defensores de los derechos humanos y también una nueva serie de asesinatos; infortunadamente la actitud asumida por el gobierno en general es despectiva y reiterada, preocupándose más por sus críticos que por mantener y sostener un mecanismo para dicha sostenibilidad.
Los derechos humanos son fundamentales para toda persona y por lo tanto deben ser respetados, en este sentido la iglesia ha jugado a través de los tiempos un papel importante para que estos se cumplan en beneficio de la comunidad. Es por este motivo que toda persona debe saber corresponder a este procedimiento que lo respalda para que éstos no sean violados, todo ser humano tiene derechos esenciales en cuanto a su existencia se refiere, le corresponde a él saberlos aprovechar y defenderlos irregularmente para beneficio de su propio comportamiento.

La dignidad humana esta ligada al desarrollo de la persona y su bien común, es necesario que esté precedido por el derecho y respeto por cada ser humano, es importante que no se restrinja la libertad en el presente o en el futuro.
Todos los seres humanos somos iguales ante los ojos de Dios, solo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento común y personal de todos. El hombre es quien le da las normas y es sujeto de las mismas; está basado en una autoridad racional cuya fuente es la competencia, la regla obliga en la medida en que el propio yo consciente y de una manera autónoma acepta el acuerdo y se comprometen, el respeto mutuo conduce a una serie de sentimientos morales.

Todo derecho tiene su respectivo deber, porque no existen deberes sin derechos, ni personas sin derechos y deberes. Todas las personas son responsables de sus actos, porque son libres social y moralmente. La libertad es uno de los dones más preciosos que los cielos dió al hombre; con ella no pueden igualarse los tesoros de la tierra, ni del mar. Los actos humanos se atribuyen al ser libre que los realiza, por cuanto que ellos se le atribuyen como suyos. Es por ello, por lo que responden a las consecuencias de tales actos, siempre y cuando los realicen en ejercicio de su razón.

Margarita Nury Osorio

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