domingo, 11 de mayo de 2008

¡NO HAY DERECHO!


Según la constitución Colombiana y la ONU, la libertad personal es uno de los derechos fundamentales de todo individuo; sin embargo la triste realidad, es que siendo este un derecho indispensable como los demás, para el libre desarrollo, la libertad se ha convertido es un negocio sea económico, político o personal.

Haciendo una reflexión el día de hoy y sin dar menos importancia a los demás secuestrado quiero hacer una connotación sobre la problematica que esta padeciendo muchas madres que apesar de ser un día que se da tributo a su entrega, dedicación y lucha, están privadas de su libertad.


El único ser racional que causa daño a sus pares es el ser humano, sin importar las consecuencia de sus actos buscan un beneficio o protagonismo a todo costo. "El secuestro produce un fenómeno muy particular. Enfrentarse a un secuestro es como enfrentarse a la muerte y si uno se enfrenta a la muerte tiene que hacerlo de forma transparente", según Meluk, director del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional de Colombia. Los traumas causados por el secuestro son devastadores y difíciles de superar, y pensar en la carga emocional que lleva una madre al sentirse lejos de su núcleo familiar, considerandose importante en cada actividad de la vida cotidiana de esas personas que deja en casa, en especial sus hijos, debe ser una constante frustracion e impotencia que nos invita a no ser agentes pasivos en una problematica como esta. Los derechos humanos no son para pelearlos son para disfrutarlos, nos pertenecen y nadie debe interferir en ese disfrute.


Una de las mujeres es sus roles de madre-hija, secuestra en Colombia es Ingrid Betancur y en una de sus carta escribe lo siguiente:

“…sueño con abrazarte tan fuerte que quede incrustada en ti. Sueño con decirte mamita,nunca más ni en esta vida ni en la otra, volverás a llorar por mí.

"...lo primero que quería decirte es que sin ti, no hubiera aguantado hasta hoy. Estoy mamita cansada, cansada de sufrir, he sido o tratado de ser fuerte.Estos casi seis años de cautiverio me han demostrado que no soy ni tan resistente,ni tan valiente ni tan inteligente ni tan fuerte como yo creía.Mamita, este es un momento muy duro para mí".

"Es importante que le dedique estas líneas a aquellos seres que son mi luz, mi oxígeno, mi vida.A quienes me mantienen con la cabeza afuera del agua y no me dejan ahogarme en el olvido,la nada y la desesperanza. Ellos son mis hijos…Bueno, no quisiera despedirme. Dios quiera que llegue esto. Te llevo en el alma mi mamita linda.Por siempre y para siempre. Tu hija”.


¡NO hay derecho!s que priven de la libertad a ningún ser humano y menos a una madre. Para ellas, que Dios les conceda la libertad que sus semejantes les robaron.


Hasta pronto.


Claudia Patricia Muñoz M.

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