La creciente violencia de los ataques perpetrados por los grupos armados de oposición contra comunidades civiles en Colombia, que incluyen homicidios y secuestros, y el uso sistemático que hacen estos grupos del bloqueo económico y la "huelga armada", cuyas principales víctimas son personas civiles, constituyen un motivo de preocupación para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Amnistía Internacional reconoce que en algunas ciudades importantes han disminuido los homicidios, pero la situación sigue empeorando en las diversas regiones, especialmente en el medio rural. Muy pocos de los abusos contra los derechos humanos cometidos en zonas rurales se denuncian a las autoridades, bien por miedo a represalias de uno u otro actor armado, bien por falta de confianza en las instituciones competentes. Todas las partes en conflicto siguen demostrando un gran desprecio por el derecho de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, y todas han sido responsables de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y otros delitos tipificados en el derecho internacional, como homicidios, "desapariciones", torturas y secuestros. La población civil es, inevitablemente, quien sufre las peores consecuencias de esta crisis de derechos humanos que todavía atraviesa una fase crítica, puesto que todas las partes armadas siguen dirigiendo sus ataques precisamente contra ella para impedir su apoyo –imaginario o real - a la parte contraria.
jueves, 22 de mayo de 2008
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